Hace 1 mes que no hemos publicado nada en el blog de Litre. Esto es porque el último mes estuvo cargado de acontecimientos. Primero, nació Silvestre, el segundo hijo de la Javi; y segundo, yo me trasladé a vivir a San Francisco, California, por un tiempo indefinido. Por lo tanto, empezando nueva vida, creo que lo más justo es retomar la escritura y comprometernos desde hoy a tener actualizado el blog, de manera que cada miércoles puedan encontrarse con alguna tontera interesante nueva.

Comenzando este miércoles 2 de octubre, lo primero que quiero compartir es mi impresión de que la luna está al revés. Cambié de hemisferio y lo primero que no me cuadra es el cielo.

Cuando salí de Santiago la luna estaba en fase menguante, y se veía así:

Tengo una obsesión con la luna. Estoy continuamente mirando en qué fase está y soy consciente de mi presencia en la tierra a través de los ciclos de la luna. Me conecta con el presente, con el estar aquí, con el situarme en el Universo.

No es de extrañar que me impresionara tanto entonces que la luna se había vuelto hacia el otro lado y que me estaba mirando al revés, como si estuviera creciendo:

Es más, cuando la luna está decreciendo, pasado el pic menguante, como que desaparece de la noche. Hay que esperar hasta la luna nueva para recién verla aparecer nuevamente en le cielo, como una uñita. Pero aquí no. La luna está menguando y se ve clarita en el cielo. La verdad es que me alucina.

Creo que así como la luna, hay muchas cosas que deben estar patas para arriba y eso es lo que me propongo explorar y contar.

Hasta la próxima!!