Para entender todo esto hay que partir de la base que la salud de jardín dependerá de la cantidad y diversidad de vida que se desarrolle en él siendo la biodiversidad de suelo la más importante y para esto, la materia orgánica juega un rol fundamental.

La materia orgánica es la materia viva que hay en el planeta y está formada por residuos de procedencia animal y vegetal. Esta está presente en todos los suelos y diversos microorganismos son los encargados de descomponerla y de convertirla en humus, liberando sus nutrientes minerales y dejándolos disponibles a las plantas.

¿Cómo se puede aprovechar en los jardines?

1. La práctica de disponer la hojarasca y los restos de plantas en pequeños montones dentro del jardín mejora considerablemente el suelo, pues le aporta porosidad para retener mejor el agua y permite la presencia de microorganismos descomponedores que no solo liberan nutrientes al suelo sino que a su vez alimentan a otras criaturas mayores como las aves. ¡No se si han visto, pero a los pájaros les encanta escarbar entre los montones de hojarasca!

2. Mantener la superficie del suelo cubierta ya sea por vegetación o restos vegetales secos, como paja o las mismas malezas del jardín. A la tierra le gusta estar cubierta pues de esta manera se mantiene protegida de la incidencia directa del sol y así no se deshidrata tan fácilmente. Es más, se mantiene muy húmeda y llena de lombrices, escarabajos, arañas, musgos y hongos.

3. También se puede realizar compostaje con los residuos vegetales del jardín y aquellos de la cocina como restos de verduras, cáscaras de huevo, bolsas de té y café. Recomiendo ir apilando todo en un rincón del jardín o dentro de algún contenedor, y de manera más eficiente todavía, metiendo lombrices californianas las que son capaces de digerir en poco tiempo grandes cantidades de materia orgánica y la transforman en humus, el que después se puede utilizar para fertilizar el jardín.

4. Los troncos resultantes de la poda o de algún árbol que por alguna razón se haya muerto, son súper importantes también. Por ejemplo, los troncos en pie sirven como sitios de percha y de nidificación para aves, y soporte para plantas trepadoras. Los troncos en el suelo, en cambio, constituyen el alimento para insectos, brindan refugio y proveer de hábitat para anfibios, reptiles y algunas aves.

5. Por último, aunque parezca muy obvio, no lo es tanto, enterrar las hojas en la tierra en vez de barrerlas cuando caen en otoño. Con esta práctica se está haciendo tierra de hoja instantáneamente en el patio y no se desecha todo esa enorme cantidad de materia viva que habían generado los árboles.

Termino comentando que es increíble como un suelo rico en nutrientes y de tierra de hoja o compost mantiene a las plantas libres de enfermedades. Con estas pequeñas y simples prácticas no será necesario ni siquiera aplicar pesticidas, pues el mismo ecosistema del jardín se encargará de mantenerlo sano.

Espero que les sirva!!